El lunes se ha iniciado para el USD/MXN probando un máximo diario en 20.33, pero rápidamente ha comenzado a ceder terreno, afectado por el cambio de guión de EE.UU. respecto a los aranceles a China en algunos productos. El par ha virado a la baja, cayendo en la apertura de la sesión americana a mínimos de diez días en 20.08.
Al momento de escribir, el par USD/MXN cotiza sobre 20.09, perdiendo un importante 1.46% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) registra pérdidas por tercer día seguido este lunes. El billete verde ha caído a 99.21, aproximándose al mínimo de tres años alcanzado el viernes en 99.02.
Los vaivenes arancelarios continúan pesando en el Dólar, incrementándose los temores de estanflación en la economía estadounidense. El último capítulo se presentó el sábado, cuando Estados Unidos anunció que cancelaba los aranceles adicionales del 145% a China en los productos que afectaban al sector electrónico, incluyendo ordenadores, móviles y semiconductores, entre otros. Ahora, el país asiático sólo tendrá que pagar el 20% de aranceles impuesto inicialmente.
Sin embargo, el mercado volvió a inquietarse ayer domingo, cuando el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, dijo en una entrevista con ABC News el domingo que estos productos, junto con los semiconductores, enfrentarán nuevos gravámenes separados en los próximos dos meses.
En las próximas horas, los operadores del par seguirán pendientes de los titulares sobre los aranceles, pero también de los discursos de los miembros de la Fed. La moderación de la inflación de los precios al consumo y de los precios de producción en EE.UU. la pasada semana, puede hacer que la Reserva Federal adelante el recorte de tasas de interés a la reunión de mayo. Hoy hablarán varios miembros de la Fed, entre ellos Thomas Barkin, presidente de la Reserva Federal de Richmond, Christoher Waller, miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, Patrick Harker, máximo representante de la Reserva Federal de Filadelfia, y Raphael Bostic, presidente de la Fed de Atlanta. Sus comentarios pueden provocar volatilidad en el Dólar, ya que podrían dar pistas sobre los próximos pasos de la Fed.
En México no habrá publicaciones relevantes esta semana, marcada por los festivos de Semana Santa.
El pasado jueves, México publicó las Minutas de Banxico, en las que se anticipaban recortes de tasas de interés en las próximas reuniones. La gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez, aseguró que la entidad ha conseguido resolver el episodio inflacionario de los impactos globales derivados del covid y la guerra de Ucrania. Aunque reconoció que aún queda camino por recorrer y queda enfrentar los retos con EE.UU., apuntó que confía en la flexibilidad de la economía mexicana.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 se muestra sobrevendido en el gráfico de hora, apuntando a una posible corrección a corto plazo, aunque en gráficos más amplios, aún apunta a la baja, con espacio para mayores caídas.
En dirección sur, un quiebre de la zona psicológica de 20.00 apuntará a 19.83, mínimo del 2025 registrado el pasado 3 de abril. Por debajo de este nivel, el USD/MXN puede encontrar soporte alrededor de 19.75, donde están los suelos de noviembre.
Al alza, la primera zona de resistencia entre las medias móviles de 100 períodos en gráfico diario y de una hora entre 20.38 y 20.49. Tendríamos que ver una ruptura clara de estos niveles para ver mayores ganancias en dirección al máximo de la semana pasada en 21.08.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.