El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el desempeño del Dólar estadounidense (USD) frente a seis divisas principales, extiende la corrección del día anterior y se sitúa alrededor de 102.30 en el momento de escribir este artículo el miércoles, después de probar el nivel de 102.00 en la primera sesión asiática. Los aranceles que el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, introdujo en el Día de la Liberación entrarán en vigor este miércoles. Mientras tanto, China y Canadá ya han prometido retaliar contra estos aranceles con contramedidas, aumentando los temores de una desaceleración económica global.
En el calendario económico, se publicarán algunos datos ligeros el miércoles antes de las minutas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) en marzo. Sin embargo, no se espera mucho de las minutas, ya que el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo la semana pasada que el banco central estará en un modo de "esperar y ver". Mientras tanto, los mercados están apostando por más recortes de tasas de interés por parte de la Fed en 2025.
Análisis Técnico del Índice del Dólar estadounidense: Más por venir
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) bajó más temprano este miércoles y parece estar rebotando desde un soporte crucial en 101.90 por ahora. La pregunta que queda es que, con estos aranceles y una vez que los datos económicos de EE.UU. comiencen a cambiar, el DXY podría ver más presión de venta. Esto podría significar un debilitamiento adicional del Dólar en las próximas semanas o meses, incluso cuando el impacto de estos aranceles comenzará a ser descontado ahora.
Mirando hacia arriba, el primer nivel a tener en cuenta es 103.18, que apoyó al DXY en marzo y ahora se ha convertido en una fuerte resistencia. Por encima de ahí, el nivel redondo de 104.00 y la media móvil simple (SMA) de 200 días en 104.85 entran en juego.
En la parte inferior, 101.90 es la primera línea de defensa, y debería ser capaz de desencadenar un rebote, ya que ha podido mantener el reciente impulso bajista la semana pasada y cumplió su función nuevamente a principios de este miércoles. Quizás no el miércoles, pero en los próximos días, una ruptura por debajo de 101.90 podría ver un descenso hacia 100.00.
Índice del Dólar estadounidense: Gráfico Diario
En términos generales, "trade war" es una guerra comercial, un conflicto económico entre dos o más países debido al extremo proteccionismo de una de las partes. Implica la creación de barreras comerciales, como aranceles, que resultan en contrabarreras, aumentando los costos de importación y, por ende, el coste de la vida.
Un conflicto económico entre Estados Unidos (EE.UU.) y China comenzó a principios de 2018, cuando el presidente Donald Trump estableció barreras comerciales contra China, alegando prácticas comerciales desleales y robo de propiedad intelectual por parte del gigante asiático. China tomó medidas de represalia, imponiendo aranceles a múltiples productos estadounidenses, como automóviles y soja. Las tensiones escalaron hasta que los dos países firmaron el acuerdo comercial Fase Uno entre EE.UU. y China en enero de 2020. El acuerdo requería reformas estructurales y otros cambios en el régimen económico y comercial de China y pretendía restaurar la estabilidad y la confianza entre las dos naciones. La pandemia de Coronavirus desvió la atención del conflicto. Sin embargo, vale la pena mencionar que el presidente Joe Biden, quien asumió el cargo después de Trump, mantuvo los aranceles y hasta añadió algunos gravámenes adicionales.
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca como el 47º presidente de EE.UU. ha desatado una nueva ola de tensiones entre los dos países. Durante la campaña electoral de 2024, Trump se comprometió a imponer aranceles del 60% a China una vez que regresara al cargo, lo que hizo el 20 de enero de 2025. Se espera que la guerra comercial entre EE.UU. y China se reanude donde se dejó, con políticas de represalia que afectan el panorama económico global en medio de interrupciones en las cadenas de suministro globales, lo que resulta en una reducción del gasto, particularmente en inversión, y alimentando directamente la inflación del índice de precios al consumidor.