Un comercio se produce de muchas maneras y formas, pero se reduce a cuando hay un intercambio voluntario de bienes y servicios entre dos entidades, como consumidores o incluso empresas.

En el pasado, antes de que circularan las actuales monedas fiduciarias (monedas y billetes de papel), el trueque era la norma. El trueque es el acto de intercambiar bienes o servicios entre dos o más partes sin utilizar dinero.

p. ej. Adán propone un intercambio a María; 5 de sus manzanas por 1 de las ovejas de María

Sin embargo, este sistema tiene sus limitaciones, sobre todo porque no existe una medida normalizada del valor. Si no existe una "necesidad" del producto o servicio, no habrá comercio. Los sistemas monetarios se desarrollaron para resolver este problema.

En la actualidad, la mayoría de los países utilizan un sistema monetario con monedas fiduciarias respaldadas por los gobiernos emisores, y están sujetas al robo y a la devaluación por la inflación. En los mercados financieros, la negociación se refiere a la compra y venta de valores, materias primas o derivados, que estudiaremos a continuación.

Los participantes en los mercados financieros incluyen desde; 

• Especuladores o comerciantes minoristas; como nosotros o como usted
• Operadores institucionales; compañías de seguros, fondos privados
• Bancos centrales; Reserva Federal de EE.UU. (Fed), Banco de Japón (BOJ), Banco Central Europeo (BCE)
• Empresas; Empresas multinacionales (EMN)
• Gobiernos

Una de las razones más comunes para operar en los mercados financieros es contrarrestar la inflación.

Digamos que, si pusieras todo tu dinero a buen recaudo debajo de la cama y lo dejaras allí durante un año, la cantidad de dinero no habría aumentado. Habría exactamente la misma cantidad de dinero que has puesto allí. 

Dejando a un lado el deterioro físico, el dinero valdría menos que el año anterior debido a la inflación y al aumento del coste de la vida. 

Ahí es donde entra en juego el trading. En lugar de que su dinero pierda valor con los años debido a la inactividad. Puede convertirlo en acciones o materias primas con potencial para revalorizarse. Pero, por supuesto, siempre existe el riesgo de que también pierda valor. 

Es fundamental encontrar el equilibrio entre el riesgo y las posibles recompensas al operar en los mercados financieros. No hay una regla rígida y rápida sobre cómo lograr el equilibrio perfecto entre riesgo y recompensa, pero si lo hace con moderación, las recompensas pueden ser mucho mayores que tener su dinero en el banco (o incluso debajo de la cama).