- Una serie de atentados terroristas en el mar Rojo está afectando el transporte marítimo, dificultando la llegada de bienes de consumo a Europa.
- Los minoristas están adelantando sus pedidos para evitar los crecientes costos de envío y retrasos, lo que podría llevar a aumentos de precios para los consumidores.
- Alemania y el Reino Unido son especialmente vulnerables a estas interrupciones debido a su alta dependencia de las importaciones.
Una oleada de atentados terroristas en el mar Rojo, perpetrados por rebeldes hutíes de Yemen, está poniendo en jaque a los minoristas europeos justo antes de la crucial temporada navideña. Estos ataques, combinados con una volatilidad en los precios del transporte marítimo, están obligando a los minoristas a adelantar sus pedidos para evitar un alza en los costos que podría afectar a los consumidores, especialmente en Alemania y el Reino Unido.
Para eludir la zona de conflicto, que es una de las rutas marítimas más transitadas del mundo y representa entre el 12% y el 15% del comercio mundial, los portacontenedores deben rodear el Cabo de Buena Esperanza. Este desvío añade significativamente al tiempo de transporte y a los costos operativos, incrementando los precios de los productos en los mercados europeos.
En un contexto donde el Índice Mundial de Contenedores (WCI) 2024 de Drewry ha registrado un aumento del 270% en los costos del transporte marítimo desde el inicio de la crisis en Oriente Medio, el precio de un contenedor ha escalado de 1,389 dólares en agosto de 2023 a 5,182 dólares en agosto de 2024. Esta presión sobre las cadenas de suministro está llevando a los minoristas a buscar soluciones rápidas y costosas para evitar la interrupción durante la temporada navideña.
Patrick Lepperhoff, de la empresa de gestión de la cadena de suministro INVERTO, explicó a 'Euronews Business' que Alemania y el Reino Unido son particularmente vulnerables. "Estas economías dependen en gran medida de la fluidez de los flujos comerciales mundiales, y la interrupción podría provocar un aumento de los costos de envío y retrasos, afectando los precios y la disponibilidad de productos, especialmente en sectores como la electrónica, la moda y los bienes de consumo", afirmó.
En vista de estas circunstancias, los minoristas se ven obligados a buscar almacenes de reserva de corto plazo para acomodar las existencias anticipadas, lo que podría resultar en un incremento de precios de entre el 1% y el 3% en las tiendas. Lepperhoff añade que, aunque las ventas seguirán desarrollándose con normalidad, la capacidad de los minoristas para absorber estos costos adicionales es incierta, y es probable que parte de estos costos se transfiera a los consumidores.