- Los precios del petróleo caen alrededor de un 1.5% debido a la desconfianza en el impacto de las medidas económicas de China y la reducción del temor a la expansión del conflicto en Oriente Medio.
- Las expectativas de mayor gasto gubernamental en China no se cumplieron, lo que impacta en la demanda de petróleo, mientras que Libia aumenta su producción tras superar un impasse político.
- Se prevé que, pese a las tensiones geopolíticas, los precios del petróleo podrían seguir subiendo antes de cerrar el año, pero eventualmente cederán las ganancias geopolíticas.
Los precios del petróleo han registrado este martes una caída de alrededor del 1.5%, influenciados por la incertidumbre en torno a las medidas económicas de China y una disminución en el temor de una expansión del conflicto en Oriente Medio. El barril de Brent descendió a 79.62 dólares, mientras que el WTI se situó en 75.85 dólares. Esta caída sigue a un aumento significativo de más del 3% el lunes, alcanzando niveles no vistos desde finales de agosto.
Las medidas fiscales de China para impulsar su economía no convencieron a los inversores, generando dudas sobre la demanda de crudo. Según expertos de ING, la falta de apoyo político podría mantener la demanda contenida en el corto y mediano plazo. Además, Libia ha incrementado su producción de petróleo a más de un millón de barriles diarios tras resolver un impasse político, lo que añade presión a los precios.
El conflicto en Oriente Medio, aunque sigue preocupando a los mercados, no ha generado una reacción significativa en los precios. Analistas de Julius Baer sugieren que el escenario más probable es un "shock suave", con fluctuaciones en los precios hasta fin de año. La sensibilidad al conflicto en Gaza ha disminuido, con el mercado anticipando una posible escalada.
Swissquote Bank señala que, a pesar de la resistencia del crudo estadounidense cerca de la media móvil de 200 días, los precios podrían sobrepasar los 80 dólares por barril si las tensiones geopolíticas se intensifican, particularmente si se involucrasen instalaciones iraníes. A largo plazo, se espera que las ganancias geopolíticas cedan, aunque la gravedad del conflicto podría retrasar este ajuste.