Investing.com — Esta semana, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos lograron un progreso mínimo en acercar sus diferencias comerciales, según un informe de Bloomberg News, citando a personas familiarizadas con las conversaciones. Funcionarios de la administración del presidente Donald Trump indicaron que la mayoría de los aranceles estadounidenses impuestos a la UE no serían eliminados.
Maros Sefcovic, el jefe de comercio de la UE, salió de la reunión del lunes con el Secretario de Comercio estadounidense Howard Lutnick y el Representante Comercial Jamieson Greer con poca claridad sobre la postura de EE.UU. Los funcionarios estadounidenses indicaron que los aranceles "recíprocos" del 20%, que se han reducido temporalmente al 10% durante 90 días, así como otros aranceles dirigidos a sectores como automóviles y metales, no serían eliminados por completo.
A principios de este mes, el presidente Trump anunció una amplia gama de aranceles en un esfuerzo por remodelar el sistema comercial global, traer empleos manufactureros de vuelta a EE.UU. y recaudar ingresos para financiar una extensión de recortes fiscales. La UE, en respuesta, ha retrasado por 90 días la implementación de un conjunto de contra-aranceles contra EE.UU. por los impuestos del 25% que Trump impuso a las exportaciones de acero y aluminio del bloque. Estas medidas, que afectan a aproximadamente 21.000 millones de euros en bienes estadounidenses, se implementarán después de los 90 días si las negociaciones no producen resultados satisfactorios.
Mientras que los funcionarios estadounidenses sugirieron que las medidas sectoriales debían mantenerse, algunos de los aranceles sobre automóviles podrían compensarse aumentando las inversiones, la producción y las exportaciones desde EE.UU. Sin embargo, hay especulaciones de que no hay nada que impida que los gravámenes aumenten en el futuro si las exportaciones estadounidenses no reciben un impulso.
La UE ha propuesto que ambas partes eliminen todos los aranceles sobre bienes industriales, incluidos los automóviles, una propuesta que EE.UU. ha rechazado hasta ahora. EE.UU. ha expresado el deseo de que las empresas químicas europeas produzcan más precursores utilizados en la industria farmacéutica en EE.UU., integren cadenas de suministro y tengan contratación preferencial.
En cuanto al acero, aluminio y posibles gravámenes futuros sobre el cobre, EE.UU. quiere que la UE proponga un plan, mientras sugiere la posibilidad de aranceles comunes. La UE también ha propuesto aumentar las compras de gas natural licuado de EE.UU., pero los funcionarios de Trump han mostrado poco interés en explorar esto como alternativa a los aranceles.
EE.UU. ha insistido en discutir las percibidas barreras no arancelarias como las regulaciones digitales y de inteligencia artificial, así como los estándares alimentarios. Las discusiones a nivel técnico entre ambas partes continuarán.
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