Investing.com — Cathie Wood, fundadora, CEO y CIO de ARK Invest, ha opinado sobre la política arancelaria del presidente Trump, que ha generado preocupación entre muchos observadores. Sin embargo, Wood ve beneficios potenciales que podrían no ser evidentes de inmediato.
Wood considera que esta política arancelaria, inicialmente percibida como el aumento de impuestos más significativo y regresivo en la historia de EE.UU., podría generar resultados positivos. Este cambio de perspectiva surge tras la decisión del presidente Trump de asignar al Secretario del Tesoro Bessent para liderar negociaciones con naciones aliadas, un rol previamente ocupado por Peter Navarro y Howard Lutnick.
Wood sugiere que la aparente situación caótica, basada en cálculos poco claros de "reciprocidad", podría haber sido un movimiento estratégico, premeditado o no, para iniciar negociaciones serias. Estas podrían conducir a la reducción de aranceles y barreras no arancelarias, resultados que habrían sido inalcanzables sin el impacto inicial causado por la política del presidente Trump.
"... lo que parecía una situación caótica basada en incomprensibles cálculos de 'reciprocidad' podría haber sido una estrategia —premeditada o no— para negociaciones serias que conducirán a menores aranceles y barreras no arancelarias, ninguno de los cuales habría sido posible sin la terapia de choque que administró el presidente Trump", comentó Woods.
Elon Musk, quien mantiene influencia en la Administración Trump, ha sido un fuerte defensor de esta solución para las barreras comerciales arancelarias y no arancelarias que se han desarrollado durante los últimos 50 años.
Durante la semana pasada, marcada por extrema volatilidad en los mercados bursátiles y de bonos, Wood ha trabajado bajo la suposición de que el presidente Trump busca un crecimiento económico robusto y un mercado bursátil fuerte en la segunda mitad de este año y hasta 2026, antes de las elecciones intermedias.
Wood también señala que incluso antes de la controversia arancelaria, ARK Invest había anticipado un fuerte crecimiento para comenzar en algún momento de la segunda mitad. Esta expectativa se basa en la creencia de que la última parte de una recesión continua de tres años resultará en un crecimiento negativo del PIB para el primer y segundo trimestre.
Wood explica que durante los últimos tres años, los consumidores de alto poder adquisitivo y el gobierno han mantenido a flote el PIB mientras diferentes sectores de la economía sucumbían al shock de tasas de interés que comenzó en 2022. Sin embargo, ahora ambos están flaqueando, con el gobierno entrando en su primera recesión en 30 años.
Wood concluye que esta situación podría proporcionar a la Administración y a la Reserva Federal más flexibilidad para estimular la economía de lo que la mayoría de los inversores podrían esperar. Como gran parte de la economía se ha estancado debido a los temores arancelarios, la caída en la actividad probablemente será más severa de lo que habría sido de otra manera, lo que Wood ve como una fuerte señal para recortes de impuestos, desregulación y tasas de interés más bajas.
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