Investing.com — Apple podría capear los vientos en contra arancelarios a corto plazo derivados de las crecientes tensiones comerciales entre EE.UU. y China, y aunque la reubicación de la fabricación del iPhone a Estados Unidos no es inminente, podría ser "conceptualmente posible", según Bank of America (NYSE:BAC).
Estados Unidos anunció un alivio temporal de los nuevos aranceles recíprocos del 125% para productos electrónicos de consumo, lo que por ahora beneficia a Apple (NASDAQ:AAPL).
Las importaciones electrónicas de China se mantienen en la tasa anterior del 20%, pero se espera que esto sea de corta duración. Los funcionarios señalaron que los productos electrónicos, semiconductores y células solares aún podrían incluirse en los próximos aranceles específicos por sector.
BofA actualizó su análisis del impacto arancelario para Apple, asumiendo un arancel del 20% sobre los productos electrónicos fabricados en China y ningún arancel sobre las exportaciones indias.
Bajo este escenario, el impacto en el beneficio por acción de Apple en el año calendario 2026 podría ser de aproximadamente 0,41 dólares, o una caída del 4,9%, si la empresa absorbe todos los costes y mantiene los precios sin cambios. Esto se compara con una caída estimada previamente del 36,6% en las ganancias bajo aranceles más elevados.
Si Apple aumentara los precios en EE.UU. en aproximadamente un 10%, el impacto en el BPA se reduciría a solo 0,11 dólares, o un 1,2%, incluso teniendo en cuenta una caída proyectada del 5% en las unidades vendidas, según el banco.
Apple ya está produciendo algunos iPhones en India, con aproximadamente 15 millones de unidades que se espera sean exportadas a EE.UU. sin aranceles.
Sin embargo, los 35 millones de iPhones restantes, así como todos los iPads y Macs vendidos en EE.UU., enfrentarían el arancel del 20% si continúan fabricándose en China.
Aunque el riesgo de una guerra comercial en general aún persiste, BofA señaló que Apple podría tomar varias medidas para amortiguar el golpe, como aumentar los precios, ajustar las cadenas de suministro, presionar por excepciones o ralentizar su ciclo de lanzamiento de productos.
En cuanto al traslado de la fabricación del iPhone a EE.UU., BofA estima que costaría aproximadamente un 25% más que producir en China, principalmente debido a los mayores costes laborales. Pero una mayor automatización y lanzamientos de productos menos frecuentes podrían reducir esa carga con el tiempo.
A pesar de la incertidumbre, BofA reiteró su calificación de Compra para Apple, citando márgenes resilientes, fuertes flujos de caja y retornos de capital constantes. El objetivo de precio se mantiene en 250 dólares.
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