Investing.com — El sistema financiero global está experimentando un cambio histórico alejándose del dólar estadounidense, y las implicaciones podrían redefinir la flexibilidad fiscal y de política exterior de Estados Unidos, según George Saravelos de Deutsche Bank (ETR:DBKGn).
A pesar de que el presidente Donald Trump revirtió sus amenazas arancelarias, Saravelos argumentó que el daño al USD ya está hecho.
Señaló un rápido proceso de desdolarización, evidenciado por la venta simultánea tanto en el dólar como en los mercados de bonos estadounidenses.
En el núcleo de la tesis de Saravelos está una reevaluación del espacio fiscal de EE.UU. Afirmó que la sostenibilidad de la deuda soberana depende menos de los ratios deuda-PIB y más de los desequilibrios externos, particularmente de la dependencia de un país del financiamiento extranjero.
Durante décadas, EE.UU. fue la excepción, capaz de financiar sus déficits gemelos gracias al papel del dólar como moneda de reserva mundial.
Con este cambio, el nivel estable de déficits fiscales sostenibles de EE.UU. está disminuyendo, dice Saravelos.
Esto reduce la flexibilidad de la administración estadounidense para implementar políticas fiscales expansivas que apoyen el crecimiento.
La presión se extiende más allá de la economía. A medida que EE.UU. se vuelve más dependiente del financiamiento extranjero, el sentimiento de los inversores internacionales se vuelve cada vez más crucial.
Es una frase repetida que un país con déficit gemelo depende de la "amabilidad de extraños". Esto ahora aplica a EE.UU., advirtió Saravelos, señalando que Washington podría tener que adoptar una política exterior más conciliadora para preservar la estabilidad del mercado.
Saravelos rechazó comparaciones con mercados emergentes, donde la debilidad simultánea de la moneda y el mercado de bonos suele llevar a crisis.
La diferencia clave, dijo, es que EE.UU. no tiene pasivos significativos en moneda extranjera, reduciendo el riesgo de una dinámica de deuda en espiral. En cambio, sugirió que la debilidad del mercado podría eventualmente atraer capital extranjero de vuelta a activos estadounidenses, si las valoraciones se ajustan lo suficiente.
El mayor desafío del dólar en este momento es su punto de partida de altas valoraciones, elevadas asignaciones de activos extranjeros y un enfoque de política exterior confrontacional, afirmó.
Saravelos señaló que el aumento del espacio fiscal en monedas de reserva alternativas como el euro podría verse compensado por una apreciación monetaria no deseada, potencialmente provocando un giro dovish por parte del Banco Central Europeo.
Concluyó que el cambio en los flujos de capital global desencadenado por la desdolarización probablemente tendrá consecuencias de largo alcance e impredecibles.
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