El Índice del Dólar estadounidense (DXY) rebotó desde un nuevo mínimo de tres años de 99.02 alcanzado el viernes en medio de las crecientes tensiones entre China y los Estados Unidos (EE.UU.). El índice actualmente ronda 99.70, cayendo drásticamente por segundo día consecutivo.
El DXY, una medida del Dólar estadounidense (USD) frente a una cesta de principales divisas, cayó en el comercio matutino europeo tras los titulares que indicaban que China tomaría represalias contra el último anuncio de aranceles de la Casa Blanca. El jueves, EE.UU. confirmó aranceles sobre China del 145%, el 20% impuesto inicialmente, más el 125% recientemente anunciado.
Como resultado, el Ministerio de Finanzas de China anunció el viernes que el país aumentará los aranceles adicionales sobre las importaciones de EE.UU. del 84% al 125%, a partir del 12 de abril. El sentimiento del mercado se desplomó después y empujó al DXY hacia el mencionado mínimo.
Además, el Ministerio de Comercio de China instó a EE.UU. a dar un gran paso adelante en la eliminación de los llamados "aranceles recíprocos" y corregir completamente sus prácticas erróneas.
El sentimiento se deterioró con la noticia que reavivó la especulación de que una recesión en EE.UU. está a la vuelta de la esquina.
El DXY sigue bajo una fuerte presión, y las lecturas técnicas en el gráfico diario sugieren que la caída está lejos de haber terminado. El índice se desarrolla muy por debajo de todas sus medias móviles, con la media móvil simple (SMA) de 20 ganando tracción bajista por debajo de las SMAs de 100 y 200, lo que suele ser un signo de presión de venta prevalente.
Al mismo tiempo, los indicadores técnicos mantienen su fuerte impulso bajista dentro de niveles negativos, mientras se encuentran lejos de lecturas de sobreventa.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.