El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que sigue el valor del Dólar frente a una cesta de divisas, cae por segundo día consecutivo el lunes y retrocede aún más desde su nivel más alto desde noviembre de 2022 tocado la semana pasada. El índice mantiene su sesgo negativo durante la primera mitad de la sesión europea y actualmente se sitúa alrededor del área de 108.70-108.65, con una caída del 0,25% en el día, aunque el trasfondo fundamental justifica cautela para los bajistas.
El PMI manufacturero ISM de EE.UU. mejoró de 48.4 a 49.3 en diciembre, señalando signos de resiliencia económica y potencial de crecimiento en medio del optimismo sobre las políticas expansivas del presidente electo de EE.UU., Donald Trump. Esto, a su vez, valida el cambio de línea dura de la Reserva Federal (Fed) en diciembre, señalando que ralentizaría el ritmo de recortes de tasas de interés en 2025, lo que sigue apoyando los elevados rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense. De hecho, el rendimiento de la deuda pública estadounidense a 10 años alcanzó su punto más alto desde el 2 de mayo y favorece a los alcistas del USD.
Aparte de esto, los persistentes riesgos geopolíticos derivados de la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania y las tensiones en Oriente Medio, junto con las preocupaciones sobre los planes arancelarios de Trump, apoyan las perspectivas de la aparición de compras en niveles más bajos alrededor del Dólar de refugio seguro. Por lo tanto, cualquier caída posterior del USD podría verse como una oportunidad de compra y permanecer limitada antes de las importantes publicaciones macroeconómicas de EE.UU. de esta semana, incluidas las Nóminas no Agrícolas (NFP) del viernes. Mientras tanto, los operadores el lunes podrían tomar pistas de los datos finales del PMI de servicios de EE.UU. y de los pedidos de fábrica.