Fxstreet
22 de nov de 2024 18:08
En la sesión del viernes, el Índice del Dólar estadounidense (DXY) disminuyó ligeramente después de alcanzar un nuevo máximo de dos años en medio de la inestabilidad geopolítica. Sin embargo, los sólidos datos del PMI de S&P reforzaron la relativa resistencia de la economía estadounidense, apoyando las ganancias del DXY.
El retroceso del Dólar estadounidense se atribuyó a la toma de beneficios y a los indicadores económicos positivos de China, incluyendo una reducción de tasas y un paquete de estímulo integral. En consecuencia, el DXY retrocedió desde por encima de 108.00, estabilizándose alrededor de 107.50.
El DXY, que valora el billete verde frente a una cesta de monedas principales, mantiene un sesgo alcista, impulsado por datos económicos sólidos y una postura menos moderada de la Reserva Federal (Fed). A pesar del retroceso, la tendencia alcista permanece intacta, con los inversores ahora esperando un ritmo gradual de recortes de tasas. Los indicadores técnicos sugieren una posible consolidación, pero el impulso alcista general sigue siendo fuerte.
El DXY ha mostrado signos de relajación después de alcanzar 108.00 debido a la toma de beneficios por parte de los inversores. Los indicadores técnicos, particularmente el Índice de Fuerza Relativa (RSI) y la Convergencia/Divergencia de Medias Móviles (MACD), indican condiciones de sobrecompra, lo que sugiere una posible ligera corrección en el índice. A pesar de esto, el índice sigue respaldado por datos económicos sólidos y la retórica de línea dura de la Fed, manteniendo una tendencia alcista general. La tendencia alcista ahora enfrenta resistencia alrededor de 108.00 y soporte en 106.00-105.00, con la toma de beneficios y el sentimiento de aversión al riesgo que podrían llevar a un retroceso o consolidación en el corto plazo.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.