El Peso mexicano recuperó algo de terreno frente al Dólar estadounidense el martes después de que los datos de inflación de EE.UU. sugirieran que los precios pagados por los productores aumentaron moderadamente pero por debajo de las estimaciones de los economistas. Aunque no cambió la opinión de los operadores de que la Reserva Federal (Fed) de EE.UU. podría bajar las tasas solo una vez en 2025, el Dólar se mantuvo a la defensiva, un viento en contra para el USD/MXN, que cotiza a 20.45, con una caída del 0.95%.
La agenda económica de México sigue siendo escasa, pero la Inversión Fija Bruta de octubre se publicará el 15 de enero. Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un plan para impulsar los incentivos de nearshoring y reducir las importaciones del país desde China.
En EE.UU., el Índice de Precios al Productor (IPP) de diciembre cayó menos de lo estimado, lo que indica que la inflación ha reanudado su tendencia a la baja. No obstante, los operadores están atentos a la publicación del último Índice de Precios al Consumidor (IPC) para el mismo período, que se espera que se mantenga en niveles familiares.
El calendario económico de EE.UU. incluirá el IPC, discursos de la Fed, datos de ventas minoristas y datos de solicitudes de subsidio por desempleo para la semana que termina el 11 de enero.
La tendencia alcista del USD/MXN se mantiene mientras los compradores mantengan los precios por encima de la media móvil simple (SMA) de 50 días de 20.32, pero a corto plazo el impulso ha cambiado ligeramente a bajista.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) es alcista pero apunta hacia su línea neutral, insinuando que los vendedores están interviniendo. Por lo tanto, el primer soporte del USD/MXN será la SMA de 50 días, seguido de la cifra de 20.00. En caso de mayor debilidad, se probará la SMA de 100 días en 19.98.
Por el contrario, si el USD/MXN sube por encima de 20.50, la primera resistencia será el pico del año hasta la fecha (YTD) de 20.90. Si se supera, la siguiente parada sería el máximo del 8 de marzo de 2022 de 21.46, antes de 21.50 y el nivel psicológico de 22.00.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.