El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, dijo el jueves que las tasas de interés reales de Japón siguen siendo muy bajas. Ueda además declaró que el banco central aumentará la tasa si se logra la perspectiva económica.
La economía de Japón se está recuperando moderadamente, aunque con algunas señales débiles.
La economía de Japón, con precios moviéndose aproximadamente en línea con nuestras previsiones, pero debemos estar atentos a la creciente incertidumbre, incluida la política comercial de cada país.
El sistema financiero de Japón mantiene la estabilidad en su conjunto.
Las tasas de interés reales de Japón siguen siendo muy bajas.
Se espera que el BOJ continúe aumentando las tasas de interés si la economía y los precios se mueven en línea con las proyecciones realizadas en nuestro informe trimestral.
Examinaremos en cada reunión de política sin ninguna idea preconcebida sobre si la economía se está moviendo en línea con nuestras previsiones.
Al momento de escribir, el USD/JPY está cotizando un 0.47% más alto en el día, para cotizar en 142.57.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.