El Banco de Japón (BoJ) ha decidido mantener los tipos de interés en el 0,50%, argumentando una gran incertidumbre global en torno a la actividad económica y los precios. El organismo resaltó que la guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos genera incertidumbre en el comercio internacional. En este contexto, el BoJ señaló la necesidad de monitorear los mercados financieros y cambiarios y su impacto en la economía y precios de Japón. Destacó que el reciente aumento de salarios y precios por parte de las empresas podría hacer más susceptibles los precios a los cambios en el tipo de cambio.
La economía japonesa ha mostrado una recuperación moderada, aunque persisten debilidades en la inversión pública y el mercado de la vivienda. Los precios de los servicios continúan subiendo y las expectativas de inflación también han aumentado. El BoJ proyecta que la economía japonesa mantendrá un crecimiento superior a su tasa potencial, en parte gracias al ciclo virtuoso entre ingresos y gastos, en un entorno de condiciones financieras favorables.
En cuanto a la inflación, la entidad anticipa que la inflación subyacente del índice de precios al consumidor (IPC) se mantendrá en niveles consistentes con su objetivo de estabilidad de precios. Hasta el año fiscal 2025, se espera que los altos precios del arroz y la eventual disipación de las medidas gubernamentales para reducir la inflación contribuyan positivamente al aumento del IPC, excluyendo los alimentos frescos.