Investing.com -- Los analistas de Citi destacan que el posicionamiento neto en el S&P 500 es especialmente alcista en vista de las elecciones estadounidenses de 2024, lo que contrasta con la actitud más cautelosa observada en ciclos electorales previos.
No obstante, los expertos indican que esta tendencia alcista "se ha consolidado durante muchos meses" y se ha mantenido estable a lo largo de octubre. En contraste, en octubre de 2016, los inversores redujeron sus posiciones largas a niveles neutrales, mientras que en 2012 los mercados mostraron una postura neutral constante.
"Si bien un posicionamiento más extendido en general indica una configuración más arriesgada, el hecho de que las elecciones no sean el principal motor de dicho posicionamiento sugiere que el evento es menos probable que altere la tendencia", afirmó el equipo de expertos de Chris Montagu.
Otro factor relevante detrás del posicionamiento actual es la diferencia en el apetito por el riesgo entre la renta variable estadounidense y la europea. El posicionamiento alcista de +4,0 en el S&P contrasta notablemente con una postura neutral en el Eurostoxx.
Esta tendencia también se refleja en los flujos de ETF europeos, donde las entradas en la renta variable estadounidense han sido significativas en los últimos dos meses, mientras que las entradas netas en la renta variable europea se han estancado.
Mientras tanto, los flujos del Nasdaq también siguen siendo alcistas, con un aumento de las posiciones largas netas que se ha mantenido durante las últimas cuatro semanas.
"Todo esto indica una confianza continuada en la renta variable estadounidense por parte de los inversores, algo que también se refleja en los flujos de ETF, que han sido muy fuertes en octubre", añaden los estrategas.
Además, destacan que las fluctuaciones en el posicionamiento alcista no parecen estar relacionadas con ningún resultado electoral anticipado, en particular con una posible victoria de Trump. Citi no ha detectado señales de "Trump trade" a gran escala en el mercado de futuros, posiciones que podrían alinearse con un repunte significativo posterior a las elecciones, como ocurrió en 2016.
En su lugar, la inflación, los datos de empleo y los posibles recortes de tipos son probablemente los principales impulsores del posicionamiento alcista en EE. UU., a pesar de que el evento electoral pueda generar cierta incertidumbre a corto plazo.
En los mercados de Asia-Pacífico, no se observan indicios de cambios significativos en el posicionamiento vinculado a las elecciones estadounidenses. Los inversores mantienen un moderado optimismo en China y Japón, mientras que muestran una perspectiva ligeramente bajista en Corea.