Por Liz Lee y Ellen Zhang
PEKÍN, 27 sep (Reuters) - El banco central de China bajó el viernes los tipos de interés e inyectó liquidez en el sistema bancario, mientras Pekín preparaba un nuevo plan de estímulos para reconducir el crecimiento económico hacia el objetivo de aproximadamente el 5% fijado para este año.
Se espera que se anuncien más medidas fiscales antes de la semana de festivos que comienza el 1 de octubre, después de que una reunión de los principales líderes del Partido Comunista mostrara un mayor sentido de urgencia ante los crecientes vientos en contra de la economía.
Tras la reunión del Politburó, máximo órgano decisorio del gobernante Partido Comunista, China planea emitir bonos soberanos especiales por valor de unos 2 billones de yuanes (284.430 millones de dólares) este año como parte de un nuevo estímulo fiscal, según han dicho a Reuters dos fuentes conocedoras del asunto.
El economista jefe para Asia de Capital Economics, Mark Williams, estima que el paquete "elevaría la producción anual en un 0,4% en relación con lo que habría sido de otro modo".
"Es tarde en términos anuales, pero un nuevo paquete de este tamaño que se aplicara pronto debería ser suficiente para lograr un crecimiento en línea con el objetivo de 'alrededor del 5%'", dijo.
Las bolsas chinas van camino de la mejor semana desde 2008 por las expectativas de estímulo.
La segunda mayor economía del mundo se enfrenta a fuertes presiones deflacionistas debido a la fuerte caída del mercado inmobiliario y a la frágil confianza de los consumidores, que han puesto de manifiesto su excesiva dependencia de las exportaciones en un entorno comercial mundial cada vez más tenso.
En los últimos meses, una serie de datos económicos no han alcanzado las previsiones, lo que ha hecho temer a los economistas que el objetivo de crecimiento esté en peligro y que se esté produciendo una ralentización estructural a largo plazo.
El viernes, los datos mostraron que los beneficios industriales volvieron a registrar una fuerte contracción en agosto.
"Creemos que la persistente debilidad del crecimiento ha alcanzado el umbral de dolor de los responsables de política monetaria", señalaron los analistas de Goldman Sachs en una nota.
Tal y como señaló el martes el gobernador Pan Gongsheng, el Banco Popular de China recortó el viernes en 50 puntos básicos la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas, lo que se conoce como coeficiente de reservas obligatorias, la segunda reducción de este tipo este año.
Se espera que la medida libere 1 billón de yuanes (142.500 millones de dólares) de liquidez en el sistema bancario y fue acompañada de un recorte del tipo de interés de referencia de los acuerdos de recompra inversa a siete días en 20 puntos básicos, hasta el 1,50%.
Los recortes entrarán en vigor el viernes y Pan, en un discurso poco habitual, dejó la puerta abierta a otra reducción del tipo de interés este año.
IMPULSO FISCAL
Dada la débil demanda de crédito por parte de hogares y empresas, los inversores se centran más en las medidas fiscales que se espera que se anuncien en los próximos días.
Reuters informó el jueves de que 1 billón de yuanes que se recaudarán a través de bonos especiales se utilizarán para aumentar los subsidios de un programa de sustitución de bienes de consumo y para la mejora de equipos empresariales a gran escala.
También se utilizarán para proporcionar un subsidio mensual de unos 800 yuanes, o 114 dólares, por hijo a todos los hogares con dos o más hijos, excluido el primer hijo.
China pretende recaudar otros 1 billón de yuanes mediante otra emisión especial de deuda soberana para ayudar a los Gobiernos locales a hacer frente a sus problemas de endeudamiento.
Bloomberg News informó el jueves de que China también está considerando la inyección de hasta 1 billón de yuanes de capital en sus mayores bancos estatales.
La mayor parte del estímulo fiscal chino sigue destinándose a la inversión, pero los beneficios son cada vez menores y el gasto ha cargado a los gobiernos locales con una deuda de 13 billones de dólares.
Las medidas fiscales que se avecinan supondrían un ligero giro hacia la estimulación del consumo, una dirección que Pekín lleva más de una década diciendo que quiere tomar, pero en la que ha avanzado poco.
El gasto de los hogares chinos es inferior al 40% de la producción económica anual, unos 20 puntos porcentuales por debajo de la media mundial. La inversión, en comparación, está 20 puntos por encima, pero ha alimentado mucha más deuda que crecimiento.
El Politburó también se comprometió a estabilizar el problemático mercado inmobiliario, afirmando que el Gobierno debería ampliar una lista blanca de proyectos de vivienda que pueden recibir más financiación y revitalizar los terrenos ociosos.
La reunión de septiembre no suele ser un foro en el que se hable de economía, lo que sugiere una creciente ansiedad entre las autoridades.
"La estrategia de 'conmoción y pavor' podría servir para reactivar los mercados e impulsar la confianza", afirman los analistas de Nomura en una nota.
"Pero a la larga sigue siendo necesario que Pekín introduzca políticas bien pensadas para abordar muchos de los problemas arraigados, sobre todo en lo que se refiere a cómo estabilizar el sector inmobiliario".
(1 dólar = 7,0189 yuanes chinos)
(Información adicional de Farah Master; escrito por Marius Zaharia; edición de Jacqueline Wong y Sam Holmes; editado en español por Mireia Merino)