- La Comisión de Comercio Justo (FTC) de Taiwán ha bloqueado la adquisición de foodpanda por parte de Uber debido a preocupaciones sobre restricción de la competencia.
- Según la FTC, esta fusión eliminaría la principal competencia de Uber en Taiwán y podría resultar en precios más altos para los consumidores y tarifas más elevadas para los restaurantes.
- Las compañías no lograron convencer a la FTC de que la fusión traería beneficios verificables a corto plazo, y por ello la compra no se permitirá.
La Comisión de Comercio Justo (FTC) de Taiwán ha decidido bloquear la adquisición del negocio de entrega a domicilio foodpanda, propiedad de la alemana Delivery Hero, por parte de la estadounidense Uber. Esta decisión, anunciada recientemente, se basa en preocupaciones significativas sobre la restricción de la competencia en el sector de servicios de entrega a domicilio en Taiwán.
La FTC indicó en su comunicado que la propuesta de compra, presentada en mayo por ambas compañías, eliminaría la única presión competitiva que Uber enfrenta en el país, que proviene de foodpanda. Sin esta competencia, UberEats, la plataforma de entrega de Uber, podría operar sin restricciones, lo que a su vez podría conducir a un aumento en los precios para los consumidores y mayores comisiones para los restaurantes.
Aunque Uber y Delivery Hero argumentaron que la fusión mejoraría la eficiencia de distribución y el alcance de sus servicios, la FTC expresó dudas sobre la viabilidad y la implementación de estos beneficios en el corto plazo. Según el organismo regulador, los beneficios propuestos son desproporcionados frente a las desventajas anticipadas.
La FTC también consideró insuficientes los compromisos presentados por las compañías para mitigar los efectos adversos de la fusión. Estos compromisos fueron calificados como temporales y limitados, y no se esperaba que restauraran o mantuvieran el nivel de competencia previo a la fusión. En consecuencia, la FTC prohibió la operación bajo la Ley de Comercio Justo.
El acuerdo de adquisición, valorado en 950 millones de dólares en efectivo y 300 millones de dólares en acciones, estaba sujeto a la aprobación de las autoridades regulatorias y habría representado una de las mayores adquisiciones internacionales en Taiwán.