El Gobierno de Ecuador, en un esfuerzo por avanzar en la transición energética y enfrentar la crisis de suministro eléctrico, firmó este miércoles una adenda al contrato para el desarrollo del proyecto eólico Villonaco III, situado en la ciudad de Loja, en el sur del país. Este acuerdo, sellado en el Palacio de Carondelet en Quito, involucra una inversión de 181 millones de dólares por parte de una filial del grupo español Cobra. El contrato inicial, suscrito en julio de 2023 bajo la administración del expresidente Guillermo Lasso, ha sido ahora reactivado por el Gobierno actual.
La adenda al contrato resuelve cuestiones pendientes cruciales, como la implementación de un fideicomiso y un sistema de prelación de pagos, asegurando así las garantías económicas necesarias para la ejecución del proyecto. La ministra de Energía y Minas en funciones, Inés Manzano, destacó la relevancia de este megaproyecto como un hito en la transición energética del país, consolidando a Ecuador como líder regional en energía sostenible.
Villonaco III contempla la instalación de 23 aerogeneradores con una capacidad total de 110,4 megavatios, que generarán 360,5 gigavatios hora anuales. Esta producción será suficiente para abastecer a 30.000 hogares y empresas a un costo de 0,06 dólares por kilovatio hora, además de evitar la emisión de 321.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, equivalentes a retirar 5.000 autobuses urbanos de circulación.
Ecuador enfrenta una crítica situación energética, evidenciada por periodos de apagones desde finales de 2023, exacerbados por la dependencia del 72 % de su matriz eléctrica en centrales hidroeléctricas afectadas por sequías. Entre septiembre y diciembre de 2024, los apagones alcanzaron hasta catorce horas diarias para el sector residencial, impactando severamente la economía nacional.
Empresas españolas lideran los mayores proyectos de energías renovables de Ecuador. Además de la participación de Cobra en Villonaco III, Solarpack firmó en marzo de 2023 el contrato para la planta solar El Aromo en Manabí, con una inversión de 150 millones de dólares y una capacidad de 200 megavatios, destinada a abastecer al 60 % de la población de Manta.