- La inflación de la eurozona aumentó en diciembre, alcanzando un 2,4% interanual, impulsada principalmente por el repunte en los precios de la energía.
- El Banco Central Europeo (BCE) no debería verse disuadido de recortar tipos de interés en enero, a pesar del reciente incremento en la inflación.
- La tendencia al alza en los precios de la energía podría representar un riesgo significativo para la inflación en el primer trimestre.
La inflación en la eurozona subió al 2,4% en diciembre, registrando el mayor incremento desde julio, en gran parte debido al aumento en los costos de la energía, según Eurostat, la oficina de estadística de la Unión Europea. Este crecimiento en los precios energéticos, que subieron un 0,1% tras una caída del 2% en noviembre, representa el primer repunte desde julio. Además, los servicios lideraron los aumentos, con una tasa del 4%, seguidos de los alimentos, alcohol y tabaco, que permanecieron estables en un 2,7%.
Por países, Croacia, Bélgica y Estonia experimentaron los mayores aumentos interanuales, mientras que Irlanda, Italia y Luxemburgo registraron los menores incrementos en precios. La inflación subyacente, que excluye energía, alimentos frescos, alcohol y tabaco, se mantuvo en el 2,7%.
A pesar de este escenario inflacionista, expertos de Oxford Economics sostienen que el Banco Central Europeo (BCE) no debería desanimarse de recortar los tipos de interés. Argumentan que el aumento actual refleja efectos de base desfavorables y volatilidad en los precios energéticos, pero insisten en que la inflación de los servicios sigue siendo demasiado alta para declarar una victoria total.
El BCE había anticipado un alza en la inflación y, por lo tanto, podría continuar recortando tipos, aunque con cautela. ING predice que la inflación podría seguir aumentando en el primer trimestre, lo que mantendría al BCE en un enfoque de flexibilización cuidadosa. Sin embargo, el ritmo de relajación monetaria probablemente no se acelerará, lo que podría decepcionar a algunos inversores que ya ven al BCE rezagado.
Finalmente, se observa que el impacto a la baja de los precios de la energía está disminuyendo, convirtiéndose en un riesgo alcista para la inflación en los próximos meses. La tendencia al alza en los precios energéticos podría representar un desafío significativo para la estabilidad de precios en la eurozona.