EOS

La plataforma EOS fue desarrollada por la empresa Block.one, con su whitepaper redactado por Daniel Larimer y Brendan Blumer, quienes actualmente ocupan roles clave en el equipo ejecutivo de Block.one. Brendan Blumer se desempeña como CEO, mientras que Daniel Larimer ocupa el cargo de CTO. Brendan Blumer, un emprendedor en serie, incursionó en la venta de activos virtuales para videojuegos y posteriormente cofundó Okay.com, una agencia inmobiliaria digital en Hong Kong. Por otro lado, Daniel Larimer, un programador de software, ha fundado varias empresas en el ámbito de las criptomonedas, como la plataforma de trading BitShares y la blockchain Steem. La colaboración entre Larimer y Blumer se remonta a 2016, y al año siguiente fundaron Block.one, la empresa detrás de la plataforma EOS.

EOS tiene como objetivo proporcionar familiaridad a sus usuarios, donde EOS.IO se compara con un sistema operativo como Windows o iOS, mientras que EOS representa la criptomoneda que sustenta la red. La plataforma se destaca por su capacidad para adaptarse a las demandas de cientos o incluso miles de DApps, incluso con un alto volumen de usuarios, gracias a la ejecución paralela y un enfoque modular que impulsa la eficiencia. Un aspecto único de EOS es que los poseedores de tokens tienen el poder de votar por los productores de bloques y otros asuntos como actualizaciones de protocolos. Sin embargo, algunas características distintivas de EOS han generado críticas. Algunos argumentan que la participación significativa de Block.one en el proyecto ha llevado a una centralización, lo que va en contra del principio de descentralización que se esperaba de las cadenas de bloques y las criptomonedas.

EOS emplea un mecanismo de consenso de prueba de participación delegada (DPoS), ideado por Larimer, con el propósito de abordar las limitaciones observadas en los sistemas de Prueba de Trabajo (PoW) y Prueba de Participación (PoS). En el sistema DPoS de EOS, los poseedores de tokens EOS tienen la capacidad de votar por delegados que validan las transacciones en la red. Esta estructura contribuye a prevenir la centralización, donde los mineros más pequeños son marginados por aquellos con mayores recursos computacionales y poder.